En el norte de Turquía, rodeada por el Mar Negro y por las altísimas montañas de los Alpes Pónticos, hay una ciudad con personalidad propia, fruto de los pueblos que la han habitado a lo largo de los siglos. Esta es la herencia que llevan sus descendientes, los actuales habitantes de Trebisonda. Cualquier callejón nos puede llevar a la sorpresa de un viaje en el tiempo, como este colchonero procesando algodón.
